Esta receta está inspirada en un plato con almidón y lácteos, así que he ido improvisando cambiando algunos ingredientes. Eliminé el queso y la leche y los sustituí por leche de almendras. Al abrir la puerta del horno el aroma ya nos avisa, pero cuando le hinquéis el diente… veréis lo delicioso que está.
Ingredientes
- 1 brócoli
- 2 «puñados» de setas
- ½ cebolla pequeña
- 3 o 4 ajos tiernos
- 4 huevos
- 1 vaso de leche de almendras
- sal
- comino
- aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Lavar el brócoli y cocerlo. Atención a que no se nos pase y quede demasiado blando, porque una vez cocido lo cortaremos en pedazos más pequeños. Además luego va al horno, así que mejor si nos quedamos un poquito cortos.
- Mientras cuece, podemos ir lavando, secando y picando las setas, la cebolla y los ajos tiernos sin mezclarlos.
- Con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, salteamos las setas con la cebolla y cuando están casi hechos, añadimos los ajos tiernos picados. En un par de minutos podemos extraer de la sartén y reservar en un plato.
- Batir en un bol los 4 huevos y mezclar con la leche de almendras. Podemos comprarla ya preparada, pero yo suelo tener en casa puré de almendras crudas. Así que he diluido 1 cucharadita en 1 vaso de agua. Salpimentamos y batimos bien hasta que la mezcla sea homogénea.
- Añadir a esta mezcla líquida el resto de los ingredientes: el brócoli cocido cortado en pedazos más pequeños y las setas con cebolla y ajos tiernos. Mezclamos bien.
- Untamos con aceite el recipiente en el que llevaremos al horno el pastel y vertemos en él la mezcla anterior. Por encima y a última hora, he añadido un poco de comino que le ha dado un gran toque al plato.
- Llevamos al horno a 120º C hasta que cuaje el líquido. Para comprobar que está listo, podemos abrir el horno un momento y pinchar con la punta de un cuchillo. Si sale limpio, ya podemos sacarlo.
Casi es como hacer una quiche, sin la corteza de «pan» en el exterior, así que a la masa líquida podemos añadir los ingredientes que más nos gusten. En esta ocasión he escogido brócoli, setas y ajos tiernos. Pero… ¿os la imagináis con calabacín, cebolla y pimientos? ¿berenjena y puerro? ¿espinacas, piñones, pasas y jamón muy picadito? ¿Y si añadimos un poco de tahini también? ¿Y con cúrcuma? Si os animáis a experimentar, contadme…
¡Que aproveche! ; -)
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