En esta publicación denuncio a través de mi experiencia la insuficiente atención que sufrimos las personas con Hashimoto en la sanidad pública y destaco uno de los errores más frecuentes que solemos cometer, al comenzar a buscar soluciones por nosotras mismas.

Aunque para muchos pueda ser un tema desagradable, la observación de tus heces puede aportar mucha información de lo que puede estar pasando en tu digestivo. Aunque no tengas dolor ni grandes molestias, tu normalidad puede no ser un sinónimo de salud intestinal.

Aclaro algunos aspectos respecto a la dieta sin almidón, la intención de esta página y mi actividad en las redes y me permito darte algunos consejos en cuanto a actitud, que creo que podrían ayudarte para manejar tus problemas de salud.

Mis sensaciones durante los primeros meses después de haber cambiado mis hábitos: dieta sin almidón y actividad física regular.

Los primeros síntomas, el empeoramiento progresivo, las consultas en reumatología, la inconformidad por tratarse sólo los síntomas, la búsqueda de la prevención y unas manzanas que me empujaron a aferrarme a un cambio de dieta.

Los motivos por los que decido crear esta página web y compartir algunas recetas que puedan dar algo de alegría a un cambio de dieta drástico, que de inicio se percibe como austero y muy sacrificado. ¡No tiene por qué ser así!