A veces hago calabacines o berenjenas rellenos, así que para variar se me ocurrió utilizar cebollas aprovechando un error logístico a la hora de la compra. No tenía pensado hacer una salsa, pero quedaba de otras comidas en el frigorífico algo de leche de coco y un par de tomates rehidratándose. Pensé que a lo mejor quedaban bien…
Ingredientes
- 5 cebollas
- 250 g de carne picada ecológica (potro en este caso)
- 2 pimientos verdes de freir
- pimiento rojo
- 1 calabacín pequeño
- 1 diente de ajo
- orégano
- perejil
- aceite de oliva virgen extra
- sal marina sin refinar
… y para la salsa
- 100 ml aprox. de leche de coco
- ½ cucharadita de cúrcuma
- 2 tomates deshidratados rehidratados en ½ vaso de agua
- orégano
- sal marina sin refinar
Preparación
- Siempre que cocino carne (y en especial carne picada) me gusta prepararla unas horas antes añadiéndole sal, ajo picado, perejil y aceite de oliva virgen extra. No es el caso, pero suelo añadir también pimienta y alguna especia o hierba aromática.
- ¡Prepararse para llorar! Pelamos las cebollas y cortamos la parte superior por la que con cuidado, extraemos las capas interiores. Vamos vaciándolas hasta dejar una pared de 1 cm aproximadamente. La cebolla «desechada» la podemos conservar en un recipiente para otra receta.
- Ponemos las cebollas en una bandeja y las untamos con aceite de oliva. Las metemos al horno (creo que yo las puse a 150º durante el tiempo que tardé en preparar el relleno: unos 15 minutos).
- Picamos los pimientos y el calabacín y los rehogamos en una sartén. Cuando casi están cocinados añadimos el orégano y la carne y revolvemos bien para mezclarlo. Salamos y probamos cómo va.
- Sacamos las cebollas del horno y con la ayuda de una cucharilla las rellenamos con la mezcla. Volvemos a meter al horno unos 10 – 15 minutos y mientras se terminan de hacer, vamos preparando la salsa.
- Añadimos un poquito de aceite de oliva en una sartén y sofreímos el tomate rehidratado previamente picado. Vertemos después la leche de coco y la media cucharadita de cúrcuma. Dejamos a fuego lento que vaya reduciendo.
- Cuando las cebollas están cocinadas, las sacamos del horno, emplatamos, salseamos y a comer.
La cebolla extraída en el paso 2, puede utilizarse para el mismo relleno, pero como había picado bastante pimiento y calabacín y además era bastante carne, preferí hacerla por separado. Para darle un toque diferente le añadí salvia. Parte de ella la comí acompañando a las cebollas y otra parte, al día siguiente en una ensalada de espinacas. Muy rica.
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