Iba a picar las verduras, saltearlas en la sartén y añadir después encima el filete de bacalao con el fuego apagado. Pero buscando una opción más estética para las fotos, a última hora pensé en rellenar los calabacines y hacerlos al horno.

El resultado es diferente. Me gustó y además da juego para hacer muchas variaciones: con carne, vegetarianos, con huevo…

Ingredientes
  • 3 calabacines más bien grandes
  • 1 o 2 filetes de bacalao fresco
  • ½ cebolla
  • 2 zanahorias
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal marina sin refinar
  • pimienta blanca
  • hierbas aromáticas (opcional)
Preparación
  1. Lavamos bien los calabacines y los cortamos en tantos trozos como su longitud dé de sí, para vaciarlos cómodamente. Los míos eran de unos 8 cm más o menos.
  2. Con un cuchillo, paciencia y cuidado para no romper la piel, vamos vaciando poco a poco la pulpa del calabacín. La reservamos para una tortilla, un pisto…
  3. Colocamos los «tubos» de calabacín en una bandeja. Los untamos con el aceite y añadimos un poco de sal y pimienta.
  4. Horneamos hasta que estén tiernos. Haremos una segunda cocción con el relleno, pero será muy breve, así que hay que estar atentos para que se hagan pero sin pasarse. Soy un desastre y no os puedo decir ni el tiempo ni la temperatura a la que los cociné. Creo que la cosa anduvo sobre los 30 minutos a unos 150º C. En cualquier caso dependerá del grosor que dejéis en la pared de vuestros calabacines.
  5. Mientras los calabacines se hornean, podemos ir adelantando trabajo cortando la cebolla y las zanahorias en bastones más bien finos. Si los cocináis previamente no es tan importante el tamaño del corte. Pero os sugiero que probéis a meterlos crudos junto con el pescado, porque el punto casi crujiente de la zanahoria, contrasta muy bien con la textura más suave del pescado y el calabacín.
  6. Cortamos el bacalao en tiras.
  7. Una vez cocinados los calabacines, rellenamos los huecos con tiras de pescado, zanahoria y cebolla. En algunos de ellos añadí romero y en otros salvia.
  8. Horneamos 10 o 15 minutos como mucho y ya está listo para comer. El bacalao queda muy tierno y su jugo sirve para conseguir una ligera cocción de la cebolla y la zanahoria.

Calabacines rellenos de bacalao, cebolla y zanahoria

A lo mejor es redundante, pero con la pulpa del calabacín podría prepararse alguna salsa para acompañar. Por vicio… porque el plato queda muy jugoso tal cual sale del horno si no nos hemos pasado de tiempo o temperatura.
Si hacéis variaciones, ya nos contaréis ; -)