No sé si es la forma más ortodoxa de hacer boquerones, pero así es como los hago desde que me los descubrió una amiga cuando vine a vivir a Cantabria. Disculpadme que no especifique cantidades porque va al gusto y depende también de la cantidad de bocartes que preparemos. Te recomiendo probar y experimentar, e ir corrigiendo para la siguiente si te gustaron, pero con matices (¿demasiado marinado? ¿cortos de vinagre? ¿demasiado ajo?…).

Boquerones en vinagre

Ingredientes
  • tiempo (para el congelado y el marinado)
  • anchoas (en casa solemos hacer ½ Kg para 2 personas)
  • vinagre (yo uso de sidra de manzana sin pasteurizar)
  • agua (si diluyes el vinagre en el marinado)
  • aceite de oliva virgen extra
  • ajo
  • perejil
  • sal marina sin refinar
Preparación
  1. Evisceramos y lavamos muy bien las anchoas. Si vas mal de tiempo o te da apuro, en la pescadería suelen hacerlo si se lo pides. Para evitar problemas con el anisakis, congelamos unos días (yo suelo tenerlos unos 5 días en el congelador).
  2. Tenemos que acordarnos de sacarlos con anterioridad para poder prepararlos. Una vez descongelados en el frigorífico (de un día para otro por ejemplo), separamos los filetes de la espina (¡no cuesta tanto!) y los ponemos en un bol con vinagre y un chorrito de agua. Los dejamos sumergidos un buen rato hasta que la carne se vaya poniendo rosa pálido, más blanquecina… A mí no me gusta un sabor de vinagre demasiado evidente, y además, no hay dos veces que los haga igual. Así que la acidez del marinado suelo bajarla un poco cuando los voy a dejar más tiempo (alguna vez se me han olvidado de un día para otro en el frigo) y otras, apenas los dejo 1  – 2 hora aprox (aunque en las recetas «convencionales» suele recomendarse más tiempo). Prueba y experimenta, que también tiene su gracia: a más tiempo y/o más vinagre, mayor «cocción».
  3. Una vez terminado el marinado, descartamos el líquido, los dejamos escurrir y los secamos cuidadosamente.
  4. Según las ganas o el tiempo que queráis dedicarle, a cuchillo, con batidora o a mortero, preparamos una mezcla con abundante aove, ajo, perejil y sal sin refinar. A veces si me pongo juguetona añado un toque picante con cayena, u otros matices con algo de pimienta, cajún… Si es tu primera vez, quizás con aceite, ajo, perejil y sal como condimentos sea suficiente.
  5. En un recipiente que puedas cerrar, vamos poniendo capas del pescado, colocando un poco de esta mezcla aceitosa entre ellas. Al final deberían quedar sumergidos completamente. Lo dejamos en el frigo y aunque pueden aguantar muchos días así, si te gustan tanto como por aquí, no van a durar mucho.
Un detalle importante

Es mejor acordarse de sacarlos del frigo un buen rato antes de comer, para que el aceite esté más fluido, no esté tan frío y resulte más delicioso.

Porque están buenos es motivo suficiente para probar esta receta, pero también porque es buena forma de aportar efectivos que nos ayudan a disminuir la inflamación (interesantísimos en procesos de dolor, autoinmunidad…).